Visita al Instituto de España de ciudadanos participantes en el programa “Madrid otra mirada”, del Ayuntamiento de Madrid

MADRID, 18 DE OCTUBRE

Más de medio centenar de personas visitaron el pasado 16 de octubre la sede del Instituto de España durante la XIII jornada de Madrid Otra Mirada (MOM), organizada por el Ayuntamiento de la capital. El Instituto de España es una corporación de derecho público autónoma que integra a las 10 reales academias de ámbito nacional en Madrid y Barcelona. El presidente actual del organismo Luis Cazorla, quien lo es igualmente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. MOM se celebra en esta edición entre los días 16 y 19 de octubre.

Los visitantes que acudieron a la sede del Instituto España, en dos grupos, fueron recibidos por el secretario general, Andrés Ollero, y estuvieron acompañados en todo momento por personal del mismo, quienes explicaron a los visitantes la historia del Instituto como del edificio, a la vez que realizaron un recorrido por el mismo, que está situada en la calle San Bernardo, dedicando una especial atención a la monumental escalera que da acceso al inmueble.

También se mostraron a los visitantes importantes cuadros que albergan las salas del Instituto, buena parte de los mismos están cedidos en depósito por el Museo del Prado. Además, en la biblioteca se guardan importantes obras relacionadas con las academias y el saber en general.

Coordinador de las grandes academias

Estas visitas son de especial importancia, ya que, tras la pandemia, se vuelve a reabrir las puertas de la entidad para conocimiento de los ciudadanos y todo lo que se alberga en sus distintas dependencias. El objeto es que se conozcan las actividades del Instituto de España como coordinador de las grandes academias de España.

El Instituto de España está situado en un edificio que fue de la Compañía de Jesús, el noviciado de jesuitas. Expulsados estos en 1767, el noviciado estuvo ocupado por la Congregación de Sacerdotes Misioneros del Salvador del Mundo, luego de nuevo por los jesuitas y por el cuartel de ingenieros militares. Hasta que en 1842 se convirtió en la sede histórica de la Universidad Central, siendo derribada la iglesia para construir las nuevas instalaciones en un proyecto del arquitecto Francisco Javier Mariátegui. El edificio fue ampliado entre 1876 y 1881.

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