El profesor Dr. Sinya Yamanaka, Premio Nobel de Fisiología y Medicina 2012, tras recibir el diploma que le acredita como académico de honor de la Real Academia Nacional de Medicina de España.
El premio Nobel de Fisiología y Medicina 2012, el profesor japonés Dr. Shinya Yamanaka fue nombrado el pasado 22 de septiembre académico de honor de la Real Academia Nacional de Medicina de España, Corporación que preside el profesor Eduardo Díaz Rubio, en una sesión especial en la que también se hizo entrega de la Medalla de Honor de la Real Academia de Medicina al prestigioso investigador español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, actual director del Instituto de Ciencias de Altos Labs (San Diego, Estados Unidos).
La concesión de otorgar la medalla de honor a Juan Carlos Izpisúa fue adoptada por la Real Academia de Medicina en atención a la “labor científica, académica y sanitaria”, así como por su “gran y significativo apoyo a esta Real Academia” . Entre las últimas personalidades que han merecido este reconocimiento por su labor científica se encuentran los profesores Francisco J. Ayala (2016) y José Francisco Martínez Mojica (2017)
Por su parte, el profesor Yamanaka fue nombrado académico de honor, tal como se recoge en el acta de la Junta de Gobierno de la mencionada academia celebrada el 14 de junio, en reconocimiento a sus “relevantes méritos científicos”.
Shinya Yamanaka fue galardonado junto con el británico Jhon Gurdon, con el máximo galardón en Medicina y Fisiología por haber descubierto que las células especializadas maduras pueden ser reprogramadas para convertirse en células inmaduras capaces de desarrollarse en cualquier tejido del cuerpo, es decir, “por el descubrimiento de que células adultas pueden reprogramarse para convertirse en pluripotentes”.
Por su parte, Juan Carlos Ispizúa -Hellín, Albacete, 1960- además de director del citado centro de investigación norteamericano es catedrático extraordinario de biología del desarrollo en la Universidad Católica de Murcia., ha descubierto un tipo de ARN que se acumula en el núcleo celular de las personas que padecen un envejecimiento prematuro o progeria, y que el bloqueo de este ARN revierte los síntomas de esta enfermedad y prolonga la vida en ratones.